La experiencia de iniciar un nuevo proyecto o negocio es una aventura en la que muchos profesionales se embarcan cada año. Sin embargo, no todos consiguen llevar a buen término su proyecto. Es bien conocida la gran cantidad de obstáculos y trabas a los que tiene que hacer frente un autónomo o una empresa pequeña para progresar en un sistema con rígidas barreras de entrada y políticas fiscales.
Aunque en el año 2021 el 41% de los emprendedores percibían oportunidades para hacerlo, en 2022 los datos recogidos por el Observatorio del Emprendimiento de España muestran el retorno de un pesimismo que lo reduce a un 33%. Asimismo, los expertos sitúan a España en el último cuartil de países en relación con el índice NECI (National Entrepreneurial Contex Index), lo que supone un retroceso con respecto al año 2021, y nos aleja de nuestros países europeos de referencia: Suecia, Noruega o Reino Unido.
En los últimos tres años, la valoración que los expertos han hecho sobre las condiciones del entorno para emprender también refleja un empeoramiento de la percepción. La educación emprendedora en la etapa escolar, así como la existencia de políticas gubernamentales de apoyo al emprendimiento y programas que reduzcan la burocracia y la carga fiscal de las empresas recientes son los aspectos peor considerados. Los profesionales tampoco aprecian mejorías en el estímulo de normas sociales y culturales de apoyo al emprendimiento, ni en la transferencia de I+D entre la universidad y la empresa, ni en la financiación suficiente y accesible a los emprendedores.
En esa línea, abogan por la necesidad de agilizar los procesos administrativos de constitución y concesión de licencias de actividad, el apoyo efectivo de las instituciones y una mayor aceptación social de la función emprendedora como opción profesional deseable. Por último, también ponen el foco en la necesidad de favorecer una mayor apertura del mercado, reduciendo los costes de entrada y flexibilizando el mercado laboral.
1. Problemas para obtener financiación
Conseguir financiación sigue siendo uno de los principales obstáculos del emprendimiento en nuestro país. En concreto, la principal dificultad reside en el difícil acceso al escaso número de instrumentos de financiación pública y privada. Los datos del último informe GEM 2022-2023 evidencian que el 8,7% de las personas que han cerrado o abandonado una actividad emprendedora en los últimos 12 meses señalan como motivo principal los problemas a la hora de obtener fondos.
De hecho, este informe pone de manifiesto que la inyección temprana de capital en los proyectos emprendedores proviene en un 55% de los ahorros personales, seguido de los préstamos concedidos por bancos e instituciones financieras (17%) o de las ayudas de familiares (10%). Un hecho que pone de manifiesto las limitaciones y la desigualdad de oportunidades a las que deben hacer frente muchas personas al afrontar un nuevo proyecto.
2. Barreras de entrada generadas por la burocracia
Simplificar los procesos a la hora de poner en marcha una iniciativa emprendedora es otro de los aspectos en los que más hacen hincapié los profesionales. Los numerosos trámites y procesos burocráticos a los que se ven sometidos los emprendedores se convierten en uno de los principales obstáculos para el rápido inicio de la actividad, especialmente en aquellos casos en los que no disponen de experiencia previa en la gestión de un negocio.
Asimismo, el informe realizado por la Red GEM España señala que los impuestos y las políticas gubernamentales frenan la actividad emprendedora y también son una de las razones recurrentes del abandono de la actividad. El exceso de burocracia, los elevados impuestos y la dispersión regulatoria según la comunidad autónoma afianzan un clima de inestabilidad e incertidumbre para emprender.
3. Ausencia de políticas gubernamentales que prioricen el emprendimiento
Pese a que a finales del año 2022 entró en vigor la Ley 28/2022, de 21 de diciembre, de fomento del ecosistema de las empresas emergentes, más conocida como Ley de Startups, con el objetivo de reformar el sistema tributario en lo que afecta a las empresas de creación reciente y minimizar las grandes trabas burocráticas durante el proceso de constitución de una startup, esta medida ha supuesto una solución parcial a algunos aspectos concretos, pero no al problema de fondo.
Los expertos encuestados sostienen que el diseño de políticas debería estar orientado a fortalecer la actividad emprendedora mediante la reducción de costes y cargas fiscales, y que la regulación fiscal se debe adecuar a las condiciones del mercado actual y considerar la implementación de ciertos incentivos en lo relativo a la creación de nuevos empleos.
4. Falta de educación y formación emprendedora
Además de los aspectos mencionados con anterioridad, la educación y la formación también suponen un obstáculo a la hora de poner en marcha una nueva iniciativa. Promover una cultura emprendedora desde edades tempranas, brindar formación sobre emprendimiento en las instituciones educativas y destacar el valor de los emprendedores en la sociedad son solo algunas de las alternativas que proponen los expertos para frenar estas barreras.
Casi el 60% de la población adulta que participó en el estudio sostuvo que no pondría en marcha un negocio por miedo al fracaso, lo que pone de manifiesto una falta generalizada de educación social en innovación y emprendimiento. En esa línea, es necesario un trabajo conjunto de las instituciones y los profesionales para fomentar una mentalidad más abierta al riesgo y ver el fracaso como una oportunidad de aprendizaje y crecimiento.